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LO REI MICOMICÓ, escrita por Abdó Terradas, se publicó en Barcelona, Imprenta de Anton Berdeguer in 1838 Esta obra en dos actos fue escrita en catalán por Abdó Terradas (1812-1856), republicano y masón, alcalde de la ciudad de Figueras (Gerona). Fue perseguido por sus ideas, debiendo exiliarse, y acabó confinado en Cádiz, donde murió. Según el autor, la obra contaba la historia real de un loco que se creyó rey y quiso casarse con una anciana pobre a la que convirtió en la emperatriz Justa la 103. El título recordaba a un personaje de Don Quijote, la Dolores, que finge ser la emperatriz micomicona y le ordena poner fin a sus aventuras y volver a casa. Posiblemente, fue una estrategia para eludir la censura, pues a través de la forma satírica consiguió ridiculizar la monarquía, divulgar ideas democráticas y animar a realizar la revolución. Fue representada en espacios populares con el lenguaje de los sectores urbanos populares. La sátira era evidente en el desfile nupcial en el que los personajes adornan sus cabezas con escarolas, cebollas, cencerros. Sin embargo, al mismo tiempo, el Rey Micomicó decreta la igualdad de todos sus súbditos, aceptando solo la nobleza de mérito; los ministros serán humildes y laboriosos, ejercerán sus cargos por la recompensa del honor y no por las riquezas; se garantizará la libertad a todos y asegura que será imitado por las demás naciones.

Translation

LO REI MICOMICÓ, written by Abdó Terradas, published in Barcelona, Imprenta de Anton Berdeguer in 1838 The two-act play was written in the Catalonian language by Abdó Terradas (1812-1856). He was a republican, Freemason, and mayor of the city of Figueras (Gerona). He was pursued because of his ideals, first exiled and then he imprisoned in Cadiz, where he died. The title of the play is reminiscent of la Dolores, a character from Cervante's Don Quijote who pretended to be the Empress of the fabulous kingdom of Micomiconia in order to persuade Don Quijote to end his adventures and to return home. According to Terradas, the play told the true story of a crazy man who believed he was king and wanted to get married to a poor old woman whom he called Justa the One Hundred and Third. It is likely that this was a trick to avoid censorship, as its satiric style allowed him to indirectly insult the monarchy, spread democratic ideas, and encourage a revolution. It was mainly performed in public places, and because of that it included many examples of lower-class language. One of the most satiric scenes, for instance, was the wedding parade in which aristocrats decorated their heads with onions, cowbells and scaroles. However, at the same time, king Micomicó ordered the establishment of equality for his subjects, only tolerating the nobility by merit; ministers would be humble and hard-working, not seeking wealth but honour; freedom would be guaranteed to everybody and, according to the king, the other nations would imitate this happy Kingdom.